Las interfaces hombre-máquina, o HMI, podrían considerarse como la conexión entre el trabajador y la máquina. Permite el control total de una empresa complicada y automatizada con sólo tocar un botón. Por ello, todas las empresas que participan en la automatización industrial moderna no pueden permitirse ignorar la importancia de las HMI en el panorama industrial actual. De hecho, las operaciones y la seguridad se han vuelto mucho más eficientes en la luz del día de hoy debido a HMI.
Con la ayuda de una interfaz gráfica, una interfaz de usuario diseñada específicamente permite al operador trabajar con la máquina en tiempo real para un fácil monitoreo del rendimiento, ajustes de configuración y solución de problemas. El usuario sólo tiene que mirar a través de la interfaz, y el redireccionamiento de toda la tarea en la mano se vuelve mucho más simple. Todo esto es fácilmente posible debido a la gran cantidad de datos con los que trabajaría un solo individuo. Por lo tanto, esto da una mayor productividad y al mismo tiempo disminuye las posibilidades de error humano.
El uso de sistemas HMI permite la visualización de datos por parte de los operadores, lo que constituye uno de sus principales beneficios. Las tecnologías actuales de las HMI incluyen sofisticaciones de visualización tridimensional o incluso de realidad aumentada para la representación de la información. Esto permite a los operarios tener una visión general del funcionamiento de los diferentes procesos y, a su vez, les da la oportunidad de tomar decisiones que estén encaminadas a mejorar la productividad de estos. También se ha mejorado la integración de apertura que permite la interconexión de sistemas de automatización como HMI, SCADA (Supervisory Control and Data Acquisition), y otros, extendiendo aún más el control de procesos industriales
Una de las funciones principales de los HMI y su utilización en la automatización industrial es la seguridad. Al supervisar el estado de funcionamiento de las máquinas y detectar anomalías en ellas, las operaciones que realiza un HMI son capaces de alertar a los operadores sobre la posibilidad de que se presenten pequeños peligros. Esta forma de gestión de la seguridad no sólo protege a los operadores, sino que también ahorra costos de inactividades y paradas imprevistas. Igualmente, muchos sistemas actuales de HMI están equipados con características que refuerzan la seguridad industrial, tales como botones para el paro de emergencia y dispositivos de enclavamiento de seguridad.
Además, a medida que avanza en tecnología, HMI ahora permite la incorporación de capacidades predictivas y análisis avanzados y la aplicación de aprendizaje automático... Esto significa que es posible el mantenimiento predictivo que garantizaría que se evite la falla del equipo al reemplazar el equipo antes de que falle. El HMI puede incluso recomendar cuándo debe realizarse el mantenimiento de ciertos equipos basándose en su análisis de datos pasados, mejorando así la eficacia del activo y aumentando la vida útil del equipo. Este cambio de la colaboración de conocimiento a la colaboración de datos está cambiando la forma en que las industrias manejan el mantenimiento y la eficiencia operativa.
A medida que las industrias avanzan, el alcance de HMI como parte integral de las soluciones de automatización industrial continuará expandiéndose. Una de las tendencias que impulsan la perspectiva de cambio es la explosión de IoT e industria 4.0. Para ello, se aplicarán tecnologías más avanzadas en los HMI para mejorar la experiencia del usuario y la operación. Con los sistemas HMI modernos, se puede mejorar el rendimiento y la eficiencia de las operaciones, así como mantenerse por delante de la competencia en el entorno industrial cambiante.
Por último, el concepto de Interfaces Humana-Máquina en el contexto de las soluciones de automatización industrial de hoy en día se ha convertido en parte integral. Esto se debe a que mejoran la eficiencia y la rentabilidad, así como la seguridad y la toma de decisiones en un mundo basado en datos. Esto dará lugar a un aumento de la eficacia de la comunicación entre los operadores y las máquinas, mejorando así la integración de las operaciones, y más bien la integración continua, fundamental para la industria.